El Círculo del Silencio es un área en la parte central de México que tiene muy pocas personas con una relación directa con Jesús. Este proyecto se ha enfocado inicialmente en el estado de Aguascalientes, que es un área muy deprimida económicamente. Muchos de los esposos en esta área están ausentes de sus familias porque están trabajando en los Estados Unidos. Esto contribuye a problemas maritales y muchos otros problemas familiares, problemas que traen dolor emocional y espiritual a las mujeres y niños afectados. Su capacidad para experimentar el amor de Dios puede verse obstaculizada por sus difíciles experiencias de vida. Las necesidades más apremiantes en esta área son trabajadores adicionales para llevar las Buenas Nuevas acerca de Jesús a la gente, y para pastores, consejeros cristianos y trabajadores sociales cristianos. Se necesita ayuda en Aguascalientes para traer las soluciones de Dios a los problemas del subempleo, todo tipo de violencia, adicciones, infidelidades matrimoniales, embarazos de adolescentes, hambre y corrupción gubernamental.

Maria es una mujer que creció en esta área. Ella tiene dos hijas. A muy temprana edad se fue a vivir con su novio (algo muy común aquí). Sufrió muchos abusos y bebió mucho alcohol para olvidar sus penas. Su esposo la engañó con otra mujer, y cuando ella se enteró, fue a pelear con la otra mujer y lastimó el ojo de la mujer. Había crecido en un ambiente muy agresivo y era muy violenta y grosera. Un día conoció el amor de Jesús a través de un programa de radio transmitido por el Proyecto “Centro de México”. Este programa trató temas familiares y presentó el Mensaje de Salvación. Durante esta transmisión de radio, María escuchó de Dios. Después de esto, ella asistió a un evento de desayuno evangelístico, y allí aceptó a Jesús. Su vida cambió por completo. María se aferró firmemente a Cristo y ha avanzado en su fe comenzando con el bautismo en agua. Dios ha transformado por completo su vida. Se disculpó con la chica cuyo ojo lastimó. Y esta acción fue parte del fruto de su arrepentimiento.

Hoy María está contenta. Ella es bendecida y llena de la presencia de Dios. Ahora ella es una bendición para su familia, y este es un testimonio del cambio que Jesús puede hacer en la vida de las personas que se le acercan. Ella presta el uso de su casa para las reuniones de la iglesia. Su situación económica también mejoró completamente desde que aceptó a Jesús. Su casa estaba hecha de adobe y sábanas; ahora está hecho de cemento y es muy grande.

Dios la ha bendecido ricamente, y ella ha sido muy generosa con los demás y fiel a Dios.

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